Korn sacudió la tribuna norte del estadio de San Marcos con altas dosis de descarga ‘new metal’ que enloqueció a los fans y demostró que aún es una de las bandas más potentes del planeta. Perú.com fue testigo del conciertazo. ¡Lee, vota y opina!
Saltos, gritos, pogo, sudor, potencia, energía y ferocidad, son sólo algunas de las palabras que podrían resumir todo lo que se vivió en el recinto universitario. El público no dejó gozar con cada tema que fue ejecutado con enorme contundencia y virtuosidad.
La camaleónica voz de Johnatan Davis que se desliza entre la melodía y la aspereza gutural fue el motor del grupo. También tuvieron espacio para el lucimiento el guitarrista James ‘Munky’ con sus estruendosos ‘riffs’, Reginald ‘Fieldy’ con su rugoso y cavernícola bajo y Ray Lucier con su potente y rítmica batería.
Con ‘Dead bodies everywhere’ y ‘Comin Undone’ (con el clásico de Queen ‘We will rock you’ como interludio) iniciaron el show, desatando inmediatamente la histeria de los asistentes.
Luego de la ‘heavy’ ‘Here to stay’, llegaría uno de los grandes hits de la banda: ‘Falling away from me’, una canción de gran base rítmica y de letra autodestructiva que es considerada como uno de los clásicos del grupo.
Los californianos no dieron tregua ni respiro, pues continuaron con mas temas atronadores como ‘Did my time’, ‘Trow me away’ y la celebrada ‘Freak on the leash’, cuyo recordado video de una bala atravesando varias paredes fue uno de los mas difundidos por la MTV de la década de los 90’.
“¡ARE YOU READY!”
Entonces llegaría la canción que revolucionó el rock pesado y que dio inicio al movimiento ‘new metal’: ‘Blind’. Definitivamente el momento mas impresionante del show que inició con una insistente campana que desembocaría en el famoso grito de batalla de Davis (¡Are you ready!) para provocar el estallido de un violento pogo causado por una música catártica y liberadora, que en su momento representó a una juventud siempre inconforme con la sociedad.
Después de retirarse brevemente del escenario, Jonathan volvió a sorprender a su público tocando una gaita como tributo a sus orígenes escoceses para dar paso a ‘Shoots and leaders’.
Después de ‘Clown’ (canción que narra los abusos físicos que sufrió Davis de niño), llegaría ‘Got the life’, el final perfecto para un concierto muy animado y vibrante donde quedó demostrado el profesionalismo de una banda que aún suena muy fuerte y un público entregado que también hizo de este, un show para recordar. Los tímpanos aun seguirán vibrando por un buen tiempo.
Saltos, gritos, pogo, sudor, potencia, energía y ferocidad, son sólo algunas de las palabras que podrían resumir todo lo que se vivió en el recinto universitario. El público no dejó gozar con cada tema que fue ejecutado con enorme contundencia y virtuosidad.
La camaleónica voz de Johnatan Davis que se desliza entre la melodía y la aspereza gutural fue el motor del grupo. También tuvieron espacio para el lucimiento el guitarrista James ‘Munky’ con sus estruendosos ‘riffs’, Reginald ‘Fieldy’ con su rugoso y cavernícola bajo y Ray Lucier con su potente y rítmica batería.
Con ‘Dead bodies everywhere’ y ‘Comin Undone’ (con el clásico de Queen ‘We will rock you’ como interludio) iniciaron el show, desatando inmediatamente la histeria de los asistentes.
Luego de la ‘heavy’ ‘Here to stay’, llegaría uno de los grandes hits de la banda: ‘Falling away from me’, una canción de gran base rítmica y de letra autodestructiva que es considerada como uno de los clásicos del grupo.
Los californianos no dieron tregua ni respiro, pues continuaron con mas temas atronadores como ‘Did my time’, ‘Trow me away’ y la celebrada ‘Freak on the leash’, cuyo recordado video de una bala atravesando varias paredes fue uno de los mas difundidos por la MTV de la década de los 90’.
“¡ARE YOU READY!”
Entonces llegaría la canción que revolucionó el rock pesado y que dio inicio al movimiento ‘new metal’: ‘Blind’. Definitivamente el momento mas impresionante del show que inició con una insistente campana que desembocaría en el famoso grito de batalla de Davis (¡Are you ready!) para provocar el estallido de un violento pogo causado por una música catártica y liberadora, que en su momento representó a una juventud siempre inconforme con la sociedad.
Después de retirarse brevemente del escenario, Jonathan volvió a sorprender a su público tocando una gaita como tributo a sus orígenes escoceses para dar paso a ‘Shoots and leaders’.
Después de ‘Clown’ (canción que narra los abusos físicos que sufrió Davis de niño), llegaría ‘Got the life’, el final perfecto para un concierto muy animado y vibrante donde quedó demostrado el profesionalismo de una banda que aún suena muy fuerte y un público entregado que también hizo de este, un show para recordar. Los tímpanos aun seguirán vibrando por un buen tiempo.
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